VICENTE HUIDOBRO
Vicente García-Huidobro
Fernández, más conocido como Vicente Huidobro, fue un poeta chileno, inventor
del movimiento poético denominado Creacionismo, que nació en Santiago el 10 de
enero de 1893 y que falleció en Cartagena el 2 de enero de 1948.
Nacido en el seno de una
familia acomodada e intelectual, pasó su infancia viajando por Europa, tras lo
que se educó en Santiago, en un colegio jesuita. Estudió literatura en la
Universidad de Chile y en 1911 publicó su primer poemario, Ecos del alma, con
fuertes influencias modernistas. A partir de ahí fundó y colaboró en diversas
revistas, en las que siguió publicando sus escritos.
En 1916, Huidobro se trasladó a
París, donde entró en contacto con los grandes vanguardistas y, tras dedicar un
tiempo al surrealismo, decidió romper con éste y con el futurismo, creando su
propio movimiento, el Creacionismo, por el que el poeta se equipara con un dios
que compite con la propia Naturaleza al crear obras e imágenes trascendentes.
Residió en Argentina, Francia y
España, apoyando al bando republicano en este último país. Ya de regreso en su
país también se implicó activamente en política, favoreciendo al partido
comunista chileno.
Ya en Chile estuvo en conflicto
constante con su coetáneo Pablo Neruda, con quien competía de manera continua.
Además de la poesía, escribió novelas y guiones cinematográficos, y se mantuvo
activo como cronista, conferenciante y poeta hasta su muerte en la tranquila
localidad de Cartagena en 1948.
De entre su obra habría que
destacar títulos como Altazor, Cagliostro o Ciudadano del olvido, entre otros.
1. El paso del retorno
A RAQUEL,
Que me dijo
un
día: «Cuando tú te
alejas
un solo instante,
el
tiempo y yo lloramos»
Yo soy ese que salió hace un año de su tierra
Buscando lejanías de vida y muerte
Su propio corazón y el corazón del mundo
Cuando el viento silbaba entrañas
En un crepúsculo gigante y sin recuerdos
Guiado por mi estrella
Con el pecho vacío
Y los ojos clavados en la altura
Salí hacia mi destino
Oh mis buenos amigos
¿Me habéis reconocido?
He vivido una vida que no puede vivirse
Pero tú Poesía no me has abandonado un solo
instante
Oh mis amigos aquí estoy
Vosotros sabéis acaso lo que yo era
Pero nadie sabe lo que soy
El viento me hizo viento
La sombra me hizo sombra
El horizonte me hizo horizonte preparado a
todo
La tarde me hizo tarde
Y el alba me hizo alba para cantar de nuevo
Oh poeta esos tremendos ojos
Ese andar de alma de acero y de bondad de
mármol
Este es aquel que llegó al final del último
camino
Y que vuelve quizás con otro paso
Hago al andar el ruido de la muerte
Y si mis ojos os dicen
Cuánta vida he vivido y cuánta muerte he
muerto
Ellos podrían también deciros
Cuánta vida he muerto y cuánta muerte he
vivido
¡Oh mis fantasmas! ¡Oh mis queridos
espectros!
La noche ha dejado noche en mis cabellos
¿En dónde estuve? ¿Por dónde he andado?
¿Pero era ausencia aquélla o era mayor
presencia?
Cuando las piedras oyen mi paso
Sienten una ternura que les ensancha el alma
Se hacen señas furtivas y hablan bajo:
Allí se acerca el buen amigo
El hombre de las distancias
Que viene fatigado de tanta muerte al hombro
De tanta vida en el pecho
Y busca donde pasar la noche
Heme aquí ante vuestros limpios ojos
Heme aquí vestido de lejanías
Atrás quedaron los negros nubarrones
Los años de tinieblas en el antro olvidado
Traigo un alma lavada por el fuego
Vosotros me llamáis sin saber a quién llamáis
Traigo un cristal sin sombra un corazón que
no decae
La imagen de la nada y un rostro que sonríe
Traigo un amor muy parecido al universo
La Poesía me despejó el camino
Ya no hay banalidades en mi vida
¿Quién guio mis pasos de modo tan certero?
Mis ojos dicen a aquellos que cayeron
Disparad contra mí vuestros dardos
Vengad en mí vuestras angustias
Vengad en mí vuestros fracasos
Yo soy invulnerable
He tomado mi sitio en el cielo como el
silencio
Los siglos de la tierra me caen en los brazos
Yo soy amigos el viajero sin fin
Las alas de la enorme aventura
Batían entre inviernos y veranos
Mirad cómo suben estrellas en mi alma
Desde que he expulsado las serpientes del
tiempo oscurecido
¿Cómo podremos entendernos?
Heme aquí de regreso de donde no se vuelve
Compasión de las olas y piedad de los astros
¡Cuánto tiempo perdido! Este es el hombre de
las lejanías
El que daba vuelta las páginas de los muertos
Sin tiempo sin espacio sin corazón sin sangre
El que andaba de un lado para otro
Desesperado y solo en las tinieblas
Solo en el vacío
Como un perro que ladra hacia el fondo de un
abismo
¡Oh vosotros! ¡Oh mis buenos amigos!
Los que habéis tocado mis manos
¿Qué habéis tocado?
Y vosotros que habéis escuchado mi voz
¿Qué habéis escuchado?
Y los que habéis contemplado mis ojos
¿Qué habéis contemplado?
Lo he perdido todo y todo lo he ganado
Y ni siquiera pido
La parte de la vida que me corresponde
Ni montañas de fuego ni mares cultivados
Es tanto más lo que he ganado que lo que he
perdido
Así es el viaje al fin del mundo
Y ésta es la corona de sangre de la gran
experiencia
La corona regalo de mi estrella
¿En dónde estuve en dónde estoy?
Los árboles lloran un pájaro canta
inconsolable
Decid ¿quién es el muerto?
El viento me solloza
¡Qué inquietudes me has dado!
Algunas flores exclaman
¿Estás vivo aún?
¿Quién es el muerto entonces?
Las aguas gimen tristemente
¿Quién ha muerto en estas tierras?
Ahora sé lo que soy y lo que era
Conozco la distancia que va del hombre a la
verdad
Conozco la palabra que aman los muertos
Este es el que ha llorado el mundo el que ha
llorado resplandores
Las lágrimas se hinchan se dilatan
Y empiezan a girar sobre su eje.
Heme aquí ante vosotros
Cómo podremos entendernos Cómo saber lo que
decimos
Hay tantos muertos que me llaman
Allí donde la tierra pierde su ruido
Allí donde me esperan mis queridos fantasmas
Mis queridos espectros
Miradme os amo tanto pero soy extranjero
¿Quién salió de su tierra
Sin saber el hondor de su aventura?
Al desplegar las alas
Él mismo no sabía qué vuelo era su vuelo
Vuestro tiempo y vuestro espacio
No son mi espacio ni mí tiempo
¿Quién es el extranjero? ¿Reconocéis su
andar?
Es el que vuelve con un sabor de eternidad en
la garganta
Con un olor de olvido en los cabellos
Con un sonar de venas misteriosas
Es este que está llorando el universo
Que sobrepasó la muerte y el rumor de la
selva secreta
Soy impalpable ahora como ciertas semillas
Que el viento mismo que las lleva no las
siente
Oh Poesía nuestro reino empieza
Este es aquel que durmió muchas veces
Allí donde hay que estar alerta
Donde las rocas prohíben la palabra
Allí donde se confunde la muerte con el canto
del mar
Ahora vengo a saber que fui a buscar las
llaves
He aquí las llaves
¿Quién las había perdido?
¿Cuánto tiempo hace que se perdieron?
Nadie encontró las llaves perdidas en el
tiempo y en las brumas
¡Cuántos siglos perdidas!
Al fondo de las tumbas
Al fondo de los mares
Al fondo del murmullo de los vientos
Al fondo del silencio
He aquí los signos
¡Cuánto tiempo olvidados!
Pero entonces amigo ¿qué vas a decirnos?
¿Quién ha de comprenderte? ¿De dónde vienes?
¿En dónde estabas? ¿En qué alturas en qué
profundidades?
Andaba por la Historia del brazo con la
muerte
Oh hermano, nada voy a decirte
Cuando hayas tocado lo que nadie puede tocar
Más que el árbol te gustará callar.
2. La poesía es un atentado
celeste
Yo estoy ausente pero en el fondo de esta
ausencia
Hay la espera de mí mismo
Y esta espera es otro modo de presencia
La espera de mi retorno
Yo estoy en otros objetos
Ando en viaje dando un poco de mi vida
A ciertos árboles y a ciertas piedras
Que me han esperado muchos años
Se cansaron de esperarme y se sentaron
Yo no estoy y estoy
Estoy ausente y estoy presente en estado de
espera
Ellos querrían mi lenguaje para expresarse
Y yo querría el de ellos para expresarlos
He aquí el equívoco el atroz equívoco
Angustioso lamentable
Me voy adentrando en estas plantas
Voy dejando mis ropas
Se me van cayendo las carnes
Y mi esqueleto se va revistiendo de cortezas
Me estoy haciendo árbol Cuántas cosas me he
ido convirtiendo en
[otras cosas...
Es doloroso y lleno de ternura
Podría dar un grito, pero se espantaría la
transubstanciación
Hay que guardar silencio Esperar en silencio
3. Poema
funerario
El pájaro de lujo ha mudado de estrella
Aparejad bajo la tempestad de las lágrimas
Vuestro ataúd a vela
Donde se aleja el instrumento del encanto
En las vegetaciones de los recuerdos
Las horas en torno de nosotros hacen sus
viajes
Va rápido
Va rápido impulsado por los suspiros
El mar está cargado de naufragios
Y yo he alfombrado el mar para su paso
Así es el viaje primordial y sin pasaje
El viaje instructivo y secreto
En los corredores del viento
Las nubes se apartan para que él pueda pasar
Y las estrellas se encienden para mostrar el
camino
Qué buscas en los bolsillos de tu chaqueta
Has perdido la llave
En medio de ese zumbido celeste
Vuelves a encontrar en todas partes tus horas
envejecidas
El viento es negro y hay estalactitas en mi
voz
Dime Guillermo
Has perdido la llave del infinito
Una estrella impaciente iba a decir que hace
frío
La lluvia aguzada comienza a coser la noche
4. Para llorar
Es para llorar que buscamos nuestros ojos
Para sostener nuestras lágrimas allá arriba
En sus sobres nutridos de nuestros fantasmas
Es para llorar que apuntamos los fusiles
sobre el día
Y sobre nuestra memoria de carne
Es para llorar que apreciamos nuestros huesos
y a la muerte sentada junto a la novia
Escondemos nuestra voz de todas las noches
Porque acarreamos la desgracia
Escondemos nuestras miradas bajo las alas de
las piedras
Respiramos más suavemente que el cielo en el
molino
Tenemos miedo
Nuestro cuerpo cruje en el silencio
Como el esqueleto en el aniversario de su
muerte
Es para llorar que buscamos palabras en el
corazón
En el fondo del viento que hincha nuestro
pecho
En el milagro del viento lleno de nuestras
palabras
La muerte está atornillada a la vida
Los astros se alejan en el infinito y los
barcos en el mar
Las voces se alejan en el aire vuelto hacia
la nada
Los rostros se alejan entre los pinos de la
memoria
Y cuando el vacío está vacío bajo el aspecto
irreparable
El viento abre los ojos de los ciegos
Es para llorar para llorar
Nadie comprende nuestros signos y gestos de
largas raíces
Nadie comprende la paloma encerrada en
nuestras palabras
Paloma de nube y de noche
De nube en nube y de noche en noche
Esperamos en la puerta el regreso de un
suspiro
Miramos ese hueco en el aire en que se mueven
los que aún no han nacido
Ese hueco en que quedaron las miradas de los
ciegos estatuarios
Es para poder llorar es para poder llorar
Porque las lágrimas deben llover sobre las
mejillas de la tarde
Es para llorar que la vida es tan corta
Es para llorar que la vida es tan larga
El alma salta de nuestro cuerpo
Bebemos en la fuente que hace ver los ojos
ausentes
La noche llega con sus corderos y sus selvas
intraducibles
La noche llega a paso de montaña
Sobre el piano donde el árbol brota
Con sus mercancías y sus signos amargos
Con sus misterios que quisiera enterrar en el
cielo
La ciudad cae en el saco de la noche
Desvestida de gloria y de prodigios
El mar abre y cierra su puerta
Es para llorar para llorar
Porque nuestras lágrimas no deben separarse
del buen camino
Es para llorar que buscamos la cuna de la luz
Y la cabellera ardiente de la dicha
Es la noche de la nadadora que sabe
transformarse en fantasma
Es para llorar que abandonamos los campos de
las simientes
En donde el árbol viejo canta bajo la
tempestad como la estatua del mañana
Es para llorar que abrimos la mente a los
climas de impaciencia
Y que no apagamos el fuego del cerebro
Es para llorar que la muerte es tan rápida
Es para llorar que la muerte es tan lenta
5. Viajero
Qué clima es éste de arenas movedizas y fuera
de su edad
Qué país de clamores y sombreros húmedos
En vigilancia de horizontes
Qué gran silencio por la tierra sin objeto
Preferida sólo de algunas palabras
Que ni siquiera cumplen su destino
No es cambiar la tristeza por una ventana o
una flor razonable
Ni es un mar en vez de un recuerdo
Es una aspiración adentro de su noche
Es la vida con todas sus semillas
Explicándose sola y decorada como montaña que
se despide
Es la lucha de las horas y las calles
Es el aliento de los árboles invadiendo las
estrellas
Son los ríos derrochados
Es el hecho de ser amado y sangrar entre las
alas
De tener carne y ojos hacia toda armonía
Y bogar de fondo a fondo entre fantasmas
reducidos
Y volar como muertos en torno al campanario
Andar por el tiempo huérfano de sus soles
De sueño a realidad y realidad a visión
enredada de noche
Y siempre en nombre en diálogo secreto
En salto de barreras siempre en hombre
6. Me alejo en silencio
Me alejo en silencio como una cinta de seda
Paseante de arroyos
Todos los días me ahogo
En medio de plantaciones de plegarias
Las catedrales de mis ternuras cantan a la
noche bajo el agua
Y esos cantos forman las islas del mar
Soy el paseante
El paseante que se parece a las cuatro
estaciones
El bello pájaro navegante
Era como un reloj envuelto en algodón
Antes de volar me ha dicho tu nombre
El horizonte colonial está cubierto todo de
cortinajes
Vamos a dormir bajo el árbol parecido a la
lluvia
7. Ilusiones perdidas
Hoja del árbol caída en infancia
hoja caída de rodillas
en el centro de su olvido
dulce juguete de esperanzas y relámpagos
sangrando la cabeza malherida
como las ilusiones ópticas
en su palacio de muerte inolvidable
constante barco de corazón doliente
entre naufragio y sombra apresurada.
Hoja del nudo caído en árbol caído en
infancia
adónde te arrastran hoja de dulce corazón
y los excesos del fuego de las águilas
visuales
hojas de las ramas calefaccionables
detenidas en el aire
prontas a podredumbre entre sus propios
brazos
como las aguas embrujadas.
8. Fatiga
Marcho día y noche
como un parque desolado.
Marcho día y noche entre esfinges caídas de
mis ojos;
miro el cielo y su hierba que aprende a
cantar;
miro el campo herido a grandes gritos,
y el sol en medio del viento.
Acaricio mi sombrero lleno de luz especial;
paso la mano sobre el lomo del viento;
los vientos, que pasan como las semanas;
los vientos y las luces con gestos de fruta y
sed de sangre;
las luces, que pasan como los meses;
cuando la noche se apoya sobre las casas,
y el perfume de los claveles gira en torno de
su eje.
Tomo asiento, como el canto de los pájaros;
es la fatiga lejana y la neblina;
caigo como el viento sobre la luz.
Caigo sobre mi alma.
He ahí el pájaro de los milagros;
he ahí los tatuajes de mi castillo;
he ahí mis plumas sobre el mar, que grita
adiós.
Caigo de mi alma.
Y me rompo en pedazos de alma sobre el
invierno;
caigo del viento sobre la luz;
caigo de la paloma sobre el viento.
9. La vida es sueño
Los ojos andan de día en día
Las princesas posan de rama en rama
Como la sangre de los enanos
Que cae igual que todas sobre las hojas
Cuando llega su hora de noche en noche.
Las hojas muertas quieren hablar
Son gemelas de voz dolorida
Son la sangre de las princesas
Y los ojos de rama en rama
Que caen igual que los astros viejos
Con las alas rotas como corbatas
La sangre cae de rama en rama
De ojo en ojo y de voz en voz
La sangre cae como corbatas
No puede huir saltando como los enanos
Cuando las princesas pasan
Hacia sus astros doloridos.
Como las alas de las hojas
Como los ojos de las olas
Como las hojas de los ojos
Como las olas de las alas.
Las horas caen de minuto en minuto
Como la sangre
Que quiere hablar.
10. Altazor
Canto I
Altazor ¿por qué perdiste tu primera
serenidad?
¿Qué ángel malo se paró en la puerta de tu
sonrisa
Con la espada en la mano?
¿Quién sembró la angustia en las llanuras de
tus ojos como el adorno de un dios?
¿Por qué un día de repente sentiste el terror
de ser?
Y esa voz que te gritó vives y no te ves
vivir
¿Quién hizo converger tus pensamientos al
cruce de todos los vientos del dolor?
Se rompió el diamante de tus sueños en un mar
de estupor
Estás perdido Altazor
Solo en medio del universo
Solo como una nota que florece en las alturas
del
vacío
No hay bien no hay mal ni verdad ni orden ni
belleza
¿En dónde estás Altazor?
La nebulosa de la angustia pasa como un río
Y me arrastra según la ley de las atracciones
La nebulosa en olores solidificada huye su
propia soledad
Siento un telescopio que me apunta como un
revólver
La cola de un cometa me azota el rostro y
pasa relleno de eternidad
Buscando infatigable un lago quieto en donde
refrescar su tarea ineludible
Altazor morirás Se secará tu voz y serás
invisible
La Tierra seguirá girando sobre su órbita
precisa
Temerosa de un traspié como el equilibrista
sobre el alambre que ata las miradas del
pavor.
En vano buscas ojo enloquecido
No hay puerta de salida y el viento desplaza
los planetas
Piensas que no importa caer eternamente si se
logra escapar
¿No ves que vas cayendo ya?
Limpia tu cabeza de prejuicio y moral
Y si queriendo alzarte nada has alcanzado
Déjate caer sin parar tu caída sin miedo al
fondo de la sombra
Sin miedo al enigma de ti mismo
Acaso encuentres una luz sin noche
Perdida en las grietas de los precipicios
Cae
Cae eternamente
Cae al fondo del infinito
Cae al fondo del tiempo
Cae al fondo de ti mismo
Cae lo más bajo que se pueda caer
Cae sin vértigo
A través de todos los espacios y todas las
edades
A través de todas las almas de todos los
anhelos y todos los naufragios
Cae y quema al pasar los astros y los mares
Quema los ojos que te miran y los corazones
que te aguardan
Quema el viento con tu voz
El viento que se enreda en tu voz
Y la noche que tiene frío en su gruta de
huesos
Cae en infancia
Cae en vejez
Cae en lágrimas
Cae en risas
Cae en música sobre el universo
Cae de tu cabeza a tus pies
Cae de tus pies a tu cabeza
Cae del mar a la fuente
Cae al último abismo de silencio
Como el barco que se hunde apagando sus luces
Todo se acabó
El mar antropófago golpea la puerta de las
rocas despiadadas
Los perros ladran a las horas que se mueren
Y el cielo escucha el paso de las estrellas
que se alejan
Estás solo
Y vas a la muerte derecho como un iceberg que
se desprende del polo
Cae la noche buscando su corazón en el océano
La mirada se agranda como los torrentes
Y en tanto que las olas se dan vuelta
La luna niño de luz se escapa de alta mar
Mira este cielo lleno
Más rico que los arroyos de las minas
Cielo lleno de estrellas que esperan el
bautismo
Todas esas estrellas salpicaduras de un astro
de piedra lanzado en las aguas eternas
No saben lo que quieren ni si hay redes
ocultas más allá
Ni qué mano lleva las riendas
Ni qué pecho sopla el viento sobre ellas
Ni saben si no hay mano y no hay pecho
Las montañas de pesca
Tienen la altura de mis deseos
Y yo arrojo fuera de la noche mis últimas
angustias
Que los pájaros cantando dispersan por el
mundo.
Reparad el motor del alba
En tanto me siento al borde de mis ojos
Para asistir a la entrada de las imágenes
Soy yo Altazor
Altazor
Encerrado en la jaula de su destino
En vano me aferro a los barrotes de la
evasión posible
Una flor cierra el camino
Y se levantan como la estatua de las llamas
La evasión imposible
Más débil marcho con mis ansias
Que un ejército sin luz en medio de
emboscadas
Abrí los ojos en el siglo
En que moría el cristianismo
Retorcido en su cruz agonizante
Ya va a dar el último suspiro
¿Y mañana qué pondremos en el sitio vacío?
Pondremos un alba o un crepúsculo
¿Y hay que poner algo acaso?
La corona de espinas
Chorreando sus últimas estrellas se marchita
Morirá el cristianismo que no ha resuelto
ningún problema
Que sólo ha enseñado plegarias muertas
Muere después de dos mil años de existencia
Un cañoneo enorme pone punto final a la era
cristiana
El Cristo quiere morir acompañado de millones
de almas
Hundirse con sus templos
Y atravesar la muerte con un cortejo inmenso
Mil aeroplanos saludan la nueva era
Ellos son los oráculos y las banderas
Hace seis meses solamente
Dejé la ecuatorial recién cortada
En la tumba guerrera del esclavo paciente
Corona de piedad sobre la estupidez humana
Soy yo que estoy hablando en este año de 1919
Es el invierno
Ya la Europa enterró todos sus muertos
Y un millar de lágrimas hacen una sola cruz
de nieve
Mirad esas estepas que sacuden las manos
Millones de obreros han comprendido al fin
Y levantan al cielo sus banderas de aurora
Venid venid os esperamos porque sois la
esperanza
La única esperanza
La última esperanza.
Soy yo Altazor el doble de mí mismo
El que se mira obrar y se ríe del otro frente
a frente
El que cayó de las alturas de su estrella
Y viajó veinticinco años
Colgado al paracaídas de sus propios
prejuicios
Soy yo Altazor el del ansia infinita
Del hambre eterno y descorazonado
Carne labrada por arados de angustia
¿Cómo podré dormir mientras haya adentro
tierras desconocidas?
Problemas
Misterios que se cuelgan a mi pecho
Estoy solo
La distancia que va de cuerpo a cuerpo
Es tan grande como la que hay de alma a alma
Solo
Solo
Solo
Estoy solo parado en la punta del año que
agoniza
El universo se rompe en olas a mis pies
Los planetas giran en torno a mi cabeza
Y me despeinan al pasar con el viento que
desplazan
Sin dar una respuesta que llene los abismos
Ni sentir este anhelo fabuloso que busca en
la fauna del cielo
Un ser materno donde se duerma el corazón
Un lecho a la sombra del torbellino de
enigmas
Una mano que acaricie los latidos de la
fiebre
Dios diluido en la nada y el todo
Dios todo y nada
Dios en las palabras y en los gestos
Dios mental
Dios aliento
Dios joven Dios viejo
Dios pútrido lejano y cerca
Dios amasado a mi congoja
Sigamos cultivando en el cerebro las tierras
del error
Sigamos cultivando las tierras veraces en el
pecho
Sigamos
Siempre igual como ayer mañana y luego y
después
No
No puede ser. Cambiemos nuestra suerte
Quememos nuestra carne en los ojos del alba
Bebamos la tímida lucidez de la muerte
La lucidez polar de la muerte
Canta el caos al caos que tiene pecho de
hombre
Llora de eco en eco por todo el universo
Rodando con sus mitos entre alucinaciones
Angustia de vacío en alta fiebre
Amarga conciencia del vano sacrificio
De la experiencia inútil del fracaso celeste
Del ensayo perdido
Y aún después que el hombre haya desaparecido
Que hasta su recuerdo se queme en la hoguera
del tiempo
Quedará un gusto a dolor en la atmósfera
terrestre
Tantos siglos respirada por miserables pechos
plañideros
Quedará en el espacio la sombra siniestra
De una lágrima inmensa
Y una voz perdida aullando desolada
Nada nada nada
No
No puede ser
Consumamos el placer
Agotemos la vida en la vida
Muera la muerte infiltrada de rapsodias
langurosas
infiltrada de pianos tenues y banderas
cambiantes como crisálidas
Las rocas de la muerte se quejan al borde del
mundo
El viento arrastra sus florescencias amargas
Y el desconsuelo de las primaveras que no
pueden
nacer
Todas son trampas
trampas del espíritu
Transfusiones eléctricas de sueño y realidad
Oscuras lucideces de esta larga desesperación
petrificada en soledad
Vivir vivir en las tinieblas
Entre cadenas de anhelos tiránicos collares
de gemidos
Y un eterno viajar en los adentros de sí
mismo
Con dolor de límites constantes y vergüenza
de ángel estropeado
Burla de un dios nocturno
Rodar rodar rotas las antenas en medio del
espacio
Entre mares alados y auroras estancadas
Yo estoy aquí de pie ante vosotros
En nombre de una idiota ley proclamadora
De la conservación de las especies
Inmunda ley
Villana ley arraigada a los sexos ingenuos
Por esa ley primera trampa de la inconciencia
El hombre se desgarra
Y se rompe en aullidos mortales por todos los
poros de su tierra
Yo estoy aquí de pie entre vosotros
Se me caen las ansias al vacío
Se me caen los gritos a la nada
Se me caen al caos las blasfemias
Perro del infinito trotando entre astros
muertos
Perro lamiendo estrellas y recuerdos de
estrella
Perro lamiendo tumbas
Quiero la eternidad como una paloma en mis
manos
Todo ha de alejarse en la muerte esconderse
en la muerte
Yo tú él nosotros vosotros ellos
Ayer hoy mañana
Pasto en las fauces del insaciable olvido
Pasto para la rumia eterna del caos
incansable
Justicia ¿qué has hecho de mí Vicente
Huidobro?
Se me cae el dolor de la lengua y las alas
marchitas
Se me caen los dedos muertos uno a uno
¿Qué has hecho de mi voz cargada de pájaros
en
el atardecer
La voz que me dolía como sangre?
Dadme el infinito como una flor para mis
manos
Seguir
No Basta ya
Seguir cargado de mundos de países de
ciudades
Muchedumbres aullidos
Cubierto de climas hemisferios ideas
recuerdos
Entre telarañas de sepulcros y planetas
conscientes
Seguir del dolor al dolor del enigma al
enigma
Del dolor de la piedra al dolor de la planta
Porque todo es dolor
Dolor de batalla y miedo de no ser
Lazos de dolor atan la tierra al cielo las
aguas a la tierra
Y los mundos galopan en órbitas de angustia
Pensando en la sorpresa
La latente emboscada en todos los rincones
del espacio.
Me duelen los pies como ríos de piedra
¿Qué has hecho de mis pies?
¿Qué has hecho de esta bestia universal
De este animal errante?
Esta rata en delirio que trepa las montañas
Sobre un himno boreal o alarido de tierra
Sucio de tierra y llanto
de tierra y sangre
Azotado de espinas y los ojos en cruz
La conciencia es amargura
La inteligencia es decepción
Sólo en las afueras de la vida
Se puede plantar una pequeña ilusión
Ojos ávidos de lágrimas hirviendo
Labios ávidos de mayores lamentos
Manos enloquecidas de palpar tinieblas
Buscando más tinieblas
Y esta amargura que se pasea por los huesos
Y este entierro en mi memoria
Este entierro que se alarga en memoria
Este largo entierro que atraviesa todos los
días mi
memoria
Seguir
No
Que se rompa el andamio de los huesos
Que se derrumben las vigas del cerebro
Y arrastre el huracán los trozos a la nada al
otro lado
En donde el viento azota a Dios
En donde aún resuene mi violín gutural
Acompañando el piano póstumo del Juicio Final
Eres tú tú el ángel caído
La caída eterna sobre la muerte
La caída sin fin de muerte en muerte
Embruja el universo con tu voz
Aférrate a tu voz embrujador del mundo
Cantando como un ciego perdido en la
eternidad
Anda en mi cerebro una gramática dolorosa y
brutal
La matanza continua de conceptos internos
Y una última aventura de esperanzas celestes
Un desorden de estrellas imprudentes
Caídas de los sortilegios sin refugio
Todo lo que se esconde y nos incita con
imanes fatales
Lo que se esconde en las frías regiones de lo
invisible
O en la ardiente tempestad de nuestro cráneo
La eternidad se vuelve sendero de flor
Para el regreso de espectros y problemas
Para el miraje sediento de las nuevas
hipótesis
Que rompen el espejo de la magia posible
Liberación, ¡Oh! sí liberación de todo
De la propia memoria que nos posee
De las profundas vísceras que saben lo que
saben
A causa de estas heridas que nos atan al
fondo
Y nos quiebran los gritos de las alas
La magia y el ensueño liman los barrotes
La poesía llora en la punta del alma
Y acrece la inquietud mirando nuevos muros
Alzados de misterio en misterio
Entre minas de mixtificación que abren sus
heridas
Con el ceremonial inagotable de alba conocida
Todo en vano
Dadme la llave de los sueños cerrados
Dadme la llave del naufragio
Dadme una certeza de raíces en horizonte
quieto
Un descubrimiento que no huya a cada paso
0 dadme un bello naufragio verde
Un milagro que ilumine el fondo de nuestros
mares íntimos
Como el barco que se hunde sin apagar sus
luces
Liberado de este trágico silencio entonces
En mi propia tempestad
Desafiaré al vacío
Sacudiré la nada con blasfemias y gritos
Hasta que caiga un rayo de castigo ansiado
Trayendo a mis tinieblas el clima del paraíso
¿Por qué soy prisionero de esta trágica
busca?
¿Qué es lo que me llama y se esconde
Me sigue me grita por mi nombre
Y cuando vuelvo el rostro alargo las manos de
los ojos
Me echa encima una niebla tenaz como la noche
de los astros ya muertos?
Sufro me revuelco en la angustia
Sufro desde que era nebulosa
Y traigo desde entonces este dolor primordial
en las células
Este peso en las alas
Esta piedra en el canto
Dolor de ser isla
Angustia subterránea
Angustia cósmica
Poliforme angustia anterior a mi vida
Y que la sigue como una marcha militar
Y que irá más allá
Hasta el otro lado de la periferia universal
Consciente
Inconsciente
Deforme
Sonora
Sonora como el fuego
El fuego que me quema el carbón interno y el
alcohol
de los ojos
Soy una orquesta trágica
Un concepto trágico
Soy trágico como los versos que punzan en las
sienes y no pueden salir
Arquitectura fúnebre
Matemática fatal y sin esperanza alguna
Capas superpuestas de dolor misterioso
Capas superpuestas de ansias mortales
Subsuelos de intuiciones fabulosas
Siglos siglos que vienen gimiendo en mis
venas
Siglos que se balancean en mi canto
Que agonizan en mi voz
Porque mi voz es sólo canto y sólo puede
salir en canto
La cuna de mi lengua se meció en el vacío
Anterior a los tiempos
Y guardará eternamente el ritmo primero
El ritmo que hace nacer los mundos
Soy la voz del hombre que resuena en los
cielos
Que reniega y maldice
Y pide cuentas de por qué y para qué
Soy todo el hombre
El hombre herido por quién sabe quién
Por una flecha perdida del caos
Humano terreno desmesurado
Sí desmesurado y lo proclamo sin miedo
Desmesurado porque no soy burgués ni raza
fatigada
Soy bárbaro tal vez
Desmesurado enfermo
Bárbaro limpio de rutinas y caminos
marcados
No acepto vuestras sillas de seguridades
cómodas
Soy el ángel salvaje que cayó una mañana
En vuestras plantaciones de preceptos
Poeta
Anti poeta
Culto
Anticulto
Animal metafísico cargado de congojas
Animal espontáneo directo sangrando sus
problemas
Solitario como una paradoja
Paradoja fatal
Flor de contradicciones bailando un fox-trot
Sobre el sepulcro de Dios
Sobre el bien y el mal
Soy un pecho que grita y un cerebro que
sangra
Soy un temblor de tierra
Los sismógrafos señalan mi paso por el mundo
Crujen las ruedas de la tierra
Y voy andando a caballo en mi muerte
Voy pegado a mi muerte como un pájaro al
cielo
Como una fecha en el árbol que crece
Como el nombre en la carta que envío
Voy pegado a mi muerte
Voy por la vida pegado a mi muerte
Apoyado en el bastón de mi esqueleto
El sol nace en mi ojo derecho y se pone en mi
ojo izquierdo
En mi infancia una infancia ardiente como un
alcohol
Me sentaba en los caminos de la noche
A escuchar la elocuencia de las estrellas
Y la oratoria del árbol
Ahora la indiferencia nieva en la tarde de mi
alma
Rómpanse en espigas las estrellas
Pártase la luna en mil espejos
Vuelva el árbol al nido de su almendra
Sólo quiero saber por qué
Por qué
Por qué
Soy protesta y araño el infinito con mis
garras
Y grito y gimo con miserables gritos
oceánicos
El eco de mi voz hace tronar el caos
Soy desmesurado cósmico
Las piedras las plantas las montañas
Me saludan Las abejas las ratas
Los leones y las águilas
Los astros los crepúsculos las albas
Los ríos y las selvas me preguntan
¿Qué tal cómo está Ud.?
Y mientras los astros y las olas tengan algo
que decir
Será por mi boca que hablarán a los hombres
Que Dios sea Dios
O Satán sea Dios
O ambos sean miedo nocturna ignorancia
Lo mismo da
Que sea la Vía Láctea
O una procesión que asciende en pos de la
verdad
Hoy me es igual
Traedme una hora que vivir
Traedme un amor pescado por la oreja
Y echadlo aquí a morir ante mis ojos
Que yo caiga por el mundo a toda máquina
Que yo corra por el universo a toda estrella
Que me hunda o me eleve
Lanzado sin piedad entre planetas y
catástrofes
Señor Dios si tú existes es a mí a quien lo
debes
Matad la horrible duda
Y la espantosa lucidez
Hombre con los ojos abiertos en la noche
Hasta el fin de los siglos
Enigma asco de los instintos contagiosos
Como las campanas de la exaltación
Pajarero de luces muertas que andan con pies
de espectro
Con los pies indulgentes del arroyo
Que se llevan las nubes y cambia de país
En el tapiz del cielo se juega nuestra suerte
Allí donde mueren las horas
El pesado cortejo de las horas que golpean el
mundo
Se juega nuestra alma
Y la suerte que se vuela todas las mañanas
Sobre las nubes con los ojos llenos de
lágrimas
Sangra la herida de las últimas creencias
Cuando el fusil desconsolado del humano
refugio
Descuelga los pájaros del cielo
Mírate allí animal fraterno desnudo de nombre
junto al abrevadero de tus límites propios
Bajo el alba benigna
Que zurce el tejido de las mareas
Mira a lo lejos viene la cadena de hombres
Saliendo de la usina de ansias iguales
Mordidos por la misma eternidad
Por el mismo huracán de vagabundas
fascinaciones
Cada uno trae su palabra informe
Y los pies atados a su estrella propia
Las máquinas avanzan en la noche del diamante
fatal
Avanza el desierto con sus olas sin vida
Pasan las montañas pasan los camellos
Como la historia de las guerras antiguas
Allá va la cadena de hombres entre fuegos
ilusos
Hacia el párpado tumbal
Después de mi muerte un día
El mundo será pequeño a las gentes
Plantarán continentes sobre los mares
Se harán islas en el cielo
Habrá un gran puente de metal en torno de la
Tierra
Como los anillos construidos en Saturno
Habrá ciudades grandes como un país
Gigantescas ciudades del porvenir
En donde el hombre-hormiga será una cifra
Un número que se mueve y sufre y baila
(Un poco de amor a veces como un arpa que
hace olvidar la vida)
Jardines de tomates y repollos
Los parques públicos plantados de árboles
frutales
No hay carne que comer el planeta es estrecho
Y las máquinas mataron el último animal
Árboles frutales en todos los caminos
Lo aprovechable sólo lo aprovechable
Ah la hermosa vida que preparan las fábricas
La horrible indiferencia de los astros
sonrientes
Refugio de la música
Que huye de las manos de los últimos ciegos
Angustia angustia de lo absoluto y de la
perfección
Angustia desolada que atraviesa las órbitas
perdidas
Contradictorios ritmos quiebran el corazón
En mi cabeza cada cabello piensa otra cosa
Un hastío invade el hueco que va del alba al
poniente
Un bostezo color mundo y carne
Color espíritu avergonzado de irrealizables
cosas
Lucha entre la piel y el sentimiento de una dignidad
bebida y no otorgada.
Nostalgia de ser barro y piedra o Dios
Vértigo de la nada cayendo de sombra en
sombra
Inutilidad de los esfuerzos fragilidad del
sueño
Ángel expatriado de la cordura
¿Por qué hablas Quién te pide que hables?
Revienta pesimista más revienta en silencio
Cómo se reirán los hombres de aquí a mil años
Hombre perro que aúllas a tu propia noche
Delincuente de tu alma
El hombre de mañana se burlará de ti
Y de tus gritos petrificados goteando
estalactitas
¿Quién eres tú habitante de este diminuto
cadáver estelar?
¿Qué son tus náuseas de infinito y tu
ambición de eternidad?
Átomo desterrado de sí mismo con puertas y
ventanas de luto
¿De dónde vienes a dónde vas?
¿Quién se preocupa de tu planeta?
Inquietud miserable
Despojo del desprecio que por ti sentiría
Un habitante de Betelgeuse
Veintinueve millones de veces más grande que
tu sol
Hablo porque soy protesta insulto y mueca de
dolor
Sólo creo en los climas de la pasión
Sólo deben hablar los que tienen el corazón
clarividente
La lengua a alta frecuencia
Buzos de la verdad y la mentira
Cansados de pasear sus linternas en los
laberintos de la nada
En la cueva de alternos sentimientos
El dolor es lo único eterno
Y nadie podrá reír ante el vacío
¿Qué me importa la burla del hombre-hormiga
Ni la del habitante de otros astros más
grandes?
Yo no sé de ellos ni ellos saben de mí
Yo sé de mi vergüenza de la vida de mi asco
celular
De la mentira abyecta de todo cuanto edifican
los hombres
Los pedestales de aire de sus leyes e ideales
Dadme dadme pronto un llano de silencio
Un llano despoblado como los ojos de los
muertos
¿Robinson por qué volviste de tu isla?
De la isla de tus obras y tus sueños privados
La isla de ti mismo rica de tus actos
Sin leyes ni abdicación ni compromisos
Sin control de ojo intruso
Ni mano extraña que rompa los encantos
¿Robinson cómo es posible que volvieras de tu
isla?
Malhaya el que mire con ojos de muerte
Malhaya el que vea el resorte que todo lo
mueve
Una borrasca dentro de la risa
Una agonía de sol adentro de la risa
Matad al pesimista de pupila enlutada
Al que lleva un féretro en el cerebro
Todo es nuevo cuando se mira con ojos nuevos
Oigo una voz idiota entre algas de ilusión
Boca parasitaria aún de la esperanza
Idos lejos de aquí restos de playas
moribundas
Mas si buscáis descubrimientos
Tierras irrealizables más allá de los cielos
Vegetante obsesión de musical congoja
Volvamos al silencio
Restos de playas fúnebres
¿A qué buscáis el faro poniente
Vestido de su propia cabellera
Como la reina de los circos?
Volvamos al silencio
Al silencio de las palabras que vienen del
silencio
Al silencio de las hostias donde se mueren
los profetas
Con la llaga del flanco
Cauterizada por algún relámpago
Las palabras con fiebre y vértigo interno
Las palabras del poeta dan un marco celeste
Dan una enfermedad de nubes
Contagioso infinito de planetas errantes
Epidemia de rosas en la eternidad
Abrid la boca para recibir la hostia de la
palabra herida
La hostia angustiada y ardiente que me nace
no se sabe dónde
Que viene de más lejos que mi pecho
La catarata delicada de oro en libertad
Correr de río sin destino como aerolitos al
azar
Una columna se alza en la punta de la voz
Y la noche se sienta en la columna
Yo poblaré para mil años los sueños de los
hombres
Y os daré un poema lleno de corazón
En el cual me despedazaré por todos lados
Una lágrima caerá de unos ojos
Como algo enviado sobre la tierra
Cuando veas como una herida profetiza
Y reconozcas la carne desgraciada
El pájaro cegado en la catástrofe celeste
Encontrado en mi pecho solitario y
sediento
En tanto yo me alejo tras los barcos
magnéticos
Vagabundo como ellos
Y más triste que un cortejo de caballos
sonámbulos
Hay palabras que tienen sombra de árbol
Otras que tienen atmósfera de astros
Hay vocablos que tienen fuego de rayos
Y que incendian donde caen
Otros que se congelan en la lengua y se
rompen al salir
Como esos cristales alados y fatídicos
Hay palabras con imanes que atraen los
tesoros del abismo
Otras que se descargan como vagones sobre el
alma
Altazor desconfía de las palabras
Desconfía del ardid ceremonioso
Y de la poesía
Trampas
Trampas de luz y cascadas lujosas
Trampas de perla y de lámpara acuática
Anda como los ciegos con sus ojos de piedra
Presindendo el abismo a todo paso
Mas no temas de mí que mí lenguaje es otro
No trato de hacer feliz ni desgraciado a
nadie
Ni descolgar banderas de los pechos
Ni dar anillos de planetas
Ni hacer satélites de mármol en torno a un
talismán ajeno
Quiero darte una música de espíritu
Música mía de esta cítara plantada en mi
cuerpo
Música que hace pensar en el crecimiento de
los árboles
Y estalla en luminarias adentro del sueño
Yo hablo en nombre de un astro por nadie
conocido
Hablo en una lengua mojada en mares no
nacidos
Con una voz llena de eclipses y distancias
Solemne como un combate de estrellas o
galeras lejanas
Una voz que se desfonda en la noche de las
rocas
Una voz que da la vista a los ciegos atentos
Los ciegos escondidos al fondo de las casas
Como al fondo de sí mismos
Los veleros que parten a distribuir mi alma
por el mundo
Volverán convertidos en pájaros
Una hermosa mañana alta de muchos metros
Alta como el árbol cuyo fruto es el sol
Una mañana frágil y rompible
A la hora en que las flores se lavan la cara
Y los últimos sueños huyen por las ventanas
Tanta exaltación para arrastrar los cielos a
la lengua
El infinito se instala en el nido del pecho
Todo se vuelve presagio
ángel entonces
El cerebro se torna sistro revelador
Y la hora huye despavorida por los ojos
Los pájaros grabados en el zenit no cantan
El día se suicida arrojándose al mar
Un barco vestido de luces se aleja
tristemente
Y al fondo de las olas un pez escucha el paso
de los hombres
Silencio la tierra va a dar a luz un árbol
La muerte se ha dormido en el cuello de un
cisne
Y cada pluma tiene un distinto temblor
Ahora que Dios se sienta sobre la tempestad
Que pedazos de cielo caen y se enredan en la
selva
Y que el tifón despeina las barbas del pirata
Ahora sacad la muerta al viento
Para que el viento abra sus ojos
Silencio la tierra va a dar a luz un árbol
Tengo cartas secretas en la caja del cráneo
Tengo un carbón doliente en el fondo del
pecho
Y conduzco mi pecho a la boca
Y la boca a la puerta del sueño
El mundo se me entra por los ojos
Se me entra por las manos se me entra por los
pies
Me entra por la boca y se me sale
En insectos celestes o nubes de palabras por
los poros
Silencio la tierra va a dar a luz un árbol
Mis ojos en la gruta de la hipnosis
Mastican el universo que me atraviesa como un
túnel
Un escalofrío de pájaro me sacude los hombros
Escalofrío de alas y olas interiores
Escalas de olas y alas en la sangre
Se rompen las amarras de las venas
Y se salta afuera de la carne
Se sale de las puertas de la tierra
Entre palomas espantadas
Habitante de tu destino
¿Por qué quieres salir de tu destino?
¿Por qué quieres romper los lazos de tu
estrella
Y viajar solitario en los espacios
Y caer a través de tu cuerpo de tu zenit a tu
nadir?
No quiero ligaduras de astro ni de viento
Ligaduras de luna buenas son para el mar y
las mujeres
Dadme mis violines de vértigo insumiso
Mi libertad de música escapada
No hay peligro en la noche pequeña
encrucijada
Ni enigma sobre el alma
La palabra electrizada de sangre y corazón
Es el gran paracaídas y el pararrayos de Dios
Habitante de tu destino
Pegado a tu camino como roca
Viene la hora del sortilegio resignado
Abre la mano de tu espíritu
El magnético dedo
En donde el anillo de la serenidad
adolescente
Se posará cantando como el canario pródigo
Largos años ausente
Silencio
Se oye el pulso del mundo como nunca pálido
La tierra acaba de alumbrar un árbol
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