domingo, agosto 25, 2019

Emilio Paz Panana


EMILIO PAZ PANANA

Biografía

(Lima, 1990) Profesor de Filosofía y Religión, egresado de la Universidad Católica Sedes Sapientiae. Tiene publicados “Septiembre en el silencio” (Club de lectura poética, 2016), “Laberinto de versos” (La Tortuga Ecuestre, N°394, 2018) y “La balada de los desterrados” (Ángeles del Papel Editores, 2019). De igual manera, posee poemas y cuentos en publicaciones de Perú, México, España, Estados Unidos, Argentina, Venezuela, Chile y Costa Rica. Ha ganado el “Mes de las Letras” (abril, 2017) de la Fundación Marco Antonio Corcuera y el IX Concurso Internacional “El Parnaso del Nuevo Mundo” (2019) en la categoría cuento. Ha participado en diferentes recitales del Cuzco, Paracas y Lima. Ha dictado el taller de lectura poética “La Vena de la Inspiración” en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y participado en el Congreso Internacional de Filosofía “Las razones de la estética” realizado en la Pontifica Universidad Católica del Perú y el I Congreso de Filosofía Contemporánea: Estética y Política organizado por la Universidad Antonio Ruiz de Montoya y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Actualmente dirige el blog “El Edén de la poesía” (https://edenpoetico.wordpress.com/) y colabora en la Revista Liberoamérica (https://liberoamerica.com/author/empp0107/)


Sus poemas


DISCURSO DE FÍGARO

Mi brazo es una extensión de la Vía Láctea

y su sombra cae sobre la grieta de una roca.

La roca late, posee una agradable temperatura, está viva.

Tiene la cadencia de su forma tan humana:
grotesca, asimétrica, voluminosa.

Mi sombra le hace buena compañía,

mientras mi brazo comienza a jugar
con una supernova bebé.

Parece una ironía de la vida,

pero es solo el común denominador teológico:
todo debe poseer una forma sin forma.

Porque la única forma que merece ser entendible

es el de un ave bajo las nubes.

Libre.
Invencible.
Mortal como los humanos,

como la Vía Láctea,
como la sombra que muere cuando el cuerpo se va,
como la roca que va disminuyendo por actitud del mar
o de los vientos que le cachetean la dignidad.

Un ave merece nuestra atención,

mientras acurrucamos a la supernova bebé
en la mejor posición de nuestro pecho.
Esperamos que se duerma
para ver cómo vamos muriendo
a la hora en donde se pone el sol.

Y así el silencio vendrá

y dejará que esa ave siga volando.

Volando libre.



ORBITALES GALILEANOS

1. Deje de escribir. No lo van a leer. Posiblemente me equivoque. Pero el riesgo es innecesario. Salve árboles, evite su escritura.
2. Y cuando hayan más árboles, habrá más oxígeno. Así los pulmones estarán mejor.
3. Pero evite el cigarro. No quita el estrés ni el frío. Solo ayuda con algunos nervios. Pero mismo efecto tiene el sexo.
4. Cuando quiera hablar de sexo, no lo haga en público. Eso es suyo. Por eso evite escribir. Generalmente, los hombres de letra no conocen de pudor.
5. Y si va a escribir, no se divorcie de la moral. Ya hay muchos hombres sin ser hombres y poetas que son otorongos.
6. Antes de dormir rece, coma algo ligero, lea un buen libro. Quizá muera de un paro cardíaco, pero morirá tranquilo consigo mismo.
7. Alimente a los gatos y perros. Ellos saben decir gracias con el silencio.
8. Aprenda a elegir sus gobernantes. Tantas marchas cuando uno mismo los elige. Pero así es la dinámica: es imposible marchar contra uno mismo.
9. Si tiene colegas doble moral en el trabajo, no se preocupe. Con doble moral también se adquiere la doble muerte: la corporal y la espiritual.
10. No siga este protocolo, porque si lo sigue morirá feliz. Y, posiblemente, usted necesite leer a manos de un poeta. No necesita sobrevivir.



AUSENCIA

Un policía
se lleva al delincuente
sin saber
que dejó en la patrulla
la sombra de un niño que lloraba
cuando mamá le pegaba
por no traer dinero a la casa.
El policía se lleva a la persona,
pero no se lleva al sujeto ausente.



VIVE

¿Quieres saber sobre el amor?
¡Vive!
¡Vive!
¡Vive! y despréndete del cuerpo,

de los sentidos,
de los colores y sabores,
de las engañosas percepciones
y sé alma.

Sé el alma de un colibrí,

de un abedul,
de una concha marina con ocupante
y abre tus pechos
para que las estrellas jueguen en tu interior.

Desfragmenta la isla,

donde todo comienza
y amalgama las ideas punzantes
que quedan como herencia.

Y ¡vive!
¡Vive, hermano! ¡vive!
Vive mirando al cielo

y dejando que los sueños vuelen
ahí donde comienza la canción
que estaba antes del tiempo,
que diera origen al universo.

Porque encontrando el silencio

contemplarás
el aura que rodea a tu propia luz,
a tus sentidos que son gatos corriendo
buscando el alimento que los calme.

Pero no lo necesitas,

solo debes colaborar con el cosmos
y dejar que el cuerpo se descomponga
bajo la tierra,
abrazando su dolor
y dejando como evidencia
los trozos de esa isla que guardas
en tu memoria.

Solo ¡vive!

y deja que el tiempo avance
así el alma será libre
y gozará de la plenitud de Minerva
en su propia esencia.

¡Vive! ¡Vive!
¡Vive, por favor!
Ya no mueras, hermano mío.



EYACULACIÓN PRECOZ

Las noches y los días
     Se mezclaban
         Como los cuerpos
              De amantes
                   Que se reencuentran

Después de la guerra
     Y se abrazan
         Se consuelan
              Se entregan.

Qué pena
     Que esta obra
         Dure lo que dura la vida.



CRUZ DE SANTIAGO
Estoy ebrio,

tirado a un lado del camino,
esperando que un turista me dé agua,
pero ese cuento de ayuda
solo ocurre en las parábolas de Cristo.

Y Cristo ha estado de vacaciones

por casi dos mil años.

Me pregunto

si será necesario proseguir este camino
o si tendré suerte
en la próxima taberna.




AMOR SIN PASAPORTE

Tú y yo

sobre la cama,
sobre la alfombra de la sala,
sobre la mesa del comedor,
en la tina del baño,
en el jardín del vecino,
en las cataratas de Huanano,
en las selvas de Oxapampa,
en las lagunas de Ancash,
en los indómitos parajes de Paracas,
en el silencio de los Alpes,
en el pecado de París,
en el olvido de Ámsterdam,
en el bullicio de Madrid,
en la religión de Barcelona,
en el palacete de Valparaíso,
en el burdel de Buenos Aires,
en los espacios secretos
de tu piel sobre mi piel
y que siguen siendo incontables 
los deseos por encontrarnos en el sexo
y nunca más perdernos
en el tiempo,
en el espacio,
en la geografía del planeta,
en la galaxia sin nombre,
en la infinidad del espacio,
en la promiscuidad de la palabra,
en la hermética naturaleza del número,
en el complejo sistema copernicano,
en el basto mensaje galileano,
en el sinfín de versos y poemas 
que nos encanta leer
bajo la luz de las estrellas
mientras experimentamos aquel sexo
que otros llaman pasión
pero que nosotros le hemos devuelto
su verdadera razón,
ese sexo al cual llamamos amor.




EPISTEMOLOGÍA DEL AMOR

Y el amor es una llama que quema dentro del sol,
un golpe seco del casco de un caballo.
El A M O R
     es una melodía española
         donde Eva y Adán se perdonan.
El
 A
   M
     O
       R
tiene la forma de una escalera,
a veces va hacía la puerta de San Pedro,
a veces cae en la cola del Rey Minos.
¡Qué bien supo de amor el Florentino!
Pero el A M O R va más allá de la raza humana,
es un golpe melodioso de la ira de Dios.
Su forma de molestar a los hijos de Eva.
Y es aquí
     donde el hombre
         pierde el sentido
     de su propia
palabra y promesa.
Porque el hombre tiene tanto miedo a amar.
Porque el amor
 es un lobo con hambre,
  es una mariposa sin alas,
   es un aullido sin dueño,
    es un lunar del lado oculto de la luna,
     es el hueso del húmero de mi abuela
      es una gota fría en el verano
     es una promesa sin miedo a la muerte
    es una forma de evitar a la muerte
   es la sonrisa de mi hija recién nacida
  es una irónica canción de cuna
 es el santo óleo de un enfermo de cáncer
es el poema que hoy describo.
¡Pero el hombre tiene miedo al amor!
Pues el amor toca las fibras íntimas de su ser
y los arroja sobre la lava fría
que emana del Monte de Venus de su amante.
El amor,
     el cándido amor
         el que da origen a este poema
              mientras muero de amor
                   mientras resucito por su amor.
Y es que por amor
     ella me vio en Barranco
         cuando nadie más me veía,
              y comenzó a desentrañar el misterio
         de mi ser inhumano,
     de mi ser carente de todo propósito,
de mi ser que siempre tendía al infinito.
Y es por amor, que el hombre vuelve a ser hombre.



GUSANO

Por las calles de Lima, la antigua,
recorren los vagabundos, los perros olvidados,
de la paria de la sociedad burguesa.
La patria los ha dejado al final de la cola,
mientras que las ratas parlamentarias levantan vuelo
para asegurar los contratos y las arriendas.
¿A alguien le importa el silencio de los vivos?
Es la pregunta que late bajo las escaleras de la Catedral,
pero nos olvidamos que los fieles miran al cielo
y dejan de mirar al suelo.
Y los gusanos tienen más humanidad
que la estirpe de personas que veo pasar.
Por ejemplo, veo pasar a los policías,
a los miembros de la hermandad,
a los economistas y a proletarios,
a la clase media de Lima
que se dirige a los conos
luego de una larga jornada de trabajo.
Y todos caminan ocupados,
encerrados en una pantalla
y buscando subir la autoestima con una reacción falsa.
Porque la humanidad se ha escondido
tras los velos de una imagen de madera,
tras la asta levantada a media caña,
tras las promesas de espectáculos y goces de haberes.
A nadie la importa la patria de los perros olvidados,
de los hombres despojados de sus familias,
de los vomitados por las alcantarillas
de un río que ya no habla,
de un río que solo tose cuando puede.
De uno que se venga a inicios de año
y que pierde fuerza a medida que la urbe crece.
A nadie le llama la atención la paria
ni el dolor de una madre que no tiene leche materna.
Porque la pobreza es tan grande
que estamos viviendo de la misericordia
como si fuera aire para nuestros pulmones.
¿Cuándo perdimos la consciencia?
¿Cuándo perdimos la dignidad?
¿Cuándo perdimos la necesidad de luchar?
Nuestras voces fueron apagadas
cuando encendieron las promesas mentirosas
de la clase burgués que nos gobierna.
Hay que ser gusano para sobrevivir.
Hay que ser perro para morir.



POEMA MODERNO SOBRE EL AMOR

El amor ya no se disfraza de chocolates y flores,

se disfraza de mensajes instantáneos que retumban
en el eco del silencio
mientras se espera por la persona amada.


El amor es un vaso caliente de emoliente durante el invierno,

es agua fresca del mar durante el castigo del maldito verano.


El amor es un preservativo sin uso.

El amor ya no se disfraza de promesas vagas ni de escuetas figuras

que comienzan a disfrazas poemas
con besos de seres afrodisíacos que llevarán nuestros apellidos.


El amor es lamer tu espalda,

apretar cada parte orgásmica de tu cuerpo
y saber acariciar las partes más delicadas de tu alma.

Amarnos es recorrer las mismas calles

y creer que son calles novedosas,
porque “nosotros ya no somos los mismos”.



Vamos cambiando como cambian de posición las estrellas,
como cambia la ubicación del planeta,
como cambia la arruga de la frente de tu abuela.


El amor es tan melodioso que una abeja se siente engañada

creyendo que es el llamado de la abeja reina
para que comience la orgía de la polinización.


El amor es el manojo de escritos desordenados que hoy te dejo

mientras te estás bañando
y mientras yo te sigo esperando en tu sala,
esperando por besarte, por abrazarte, por quedarme en ti
y jamás volver a irme.

El amor es tanto de esto y muchos más.

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