martes, junio 18, 2019

Roy Alfonso Vega Jácome


ROY ALFONSO VEGA JÁCOME


Biografía


(Lima, Perú, 1988). Egresado de Literatura por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha publicado los siguientes libros: Rumores de un arpa retorciéndose en la hoguera (Lima, Dedo Crítico, 2014; mención honrosa en el VII Concurso Nacional de Poesía José Watanabe Varas de la Asociación Peruano Japonesa), Muestra de arte disecado (Lima, Ediciones Copé, 2016; Premio Copé de Plata de la XVII Bienal de Poesía de Petroperú) y Etapas del espíritu / Runas grabadas en la piel (Trujillo, Cuadernos Trimestrales de Poesía, 2017; X edición del Premio El Poeta Joven del Perú). Textos suyos han aparecido en las antologías Recitales “Ese puerto existe”. Muestra poética (Perú) y Versos en el aire V (España), así como en las siguientes revistas y páginas web: Lucerna, Ínsula Barataria, Dosis Cultural, Punto y Coma, Ángeles de Papel, Molok y Vallejo & Co. (todas de Perú), Liberoamérica (España), Bitácora de Vuelos, Editorial Búho Negro e Ibídem (todas de México), La Poesía Alcanza (Argentina) y Álastor (Nicaragua).


Sus poemas



laberinto de hojas secas
                                            De Rumores de un arpa retorciéndose en la hoguera (2014)
porque las rejas trascienden su dominio,
me refugio en tu costra callada.
     porque la soga y la sequía interna
no me dan indicios ni razones,
me envuelvo en tu marea invisible.
     lilas muertas:
tal es tu olor en la distancia,
mientras te aguardo como una letra descolorida por el tiempo,
mientras yace nuestro vástago engendrado
por el engaño y la paciencia de escuchar.
     porque pareces confundirte con las llamas azules,
no encuentro tus moldes al tantear el agrio calor,
no te encuentro al insertarme en el fuego enrejado
(presiento tus humos blancos develando signos
e incrustándose como espadas en el mediodía insomne).
     porque trato de hallar
la precisa forma de percibirte,
te describo en mi voraz ignorancia
y no sé si eres cárcel o vuelo.



18
                                            De Rumores de un arpa retorciéndose en la hoguera (2014)

difícilmente probemos del mismo cuenco
fuiste ya prometida a otro sacrílego
difícilmente creamos en lo mismo
te inclinabas en el atrio para comulgar
secabas tus ropas en perfecto orden
señalabas un trazo que no recorreré
fuiste ya prometida a otro sacrílego
el violinista de hombros acolchados
¿podría atravesar un florete en sus axilas?
tu lápida murmura respuestas
en el reino de jardines colgantes
habría besado tus párpados de arena
habría sorbido la úlcera que estalló en ti
la coraza del campo tomó tus cabellos
yo los acariciaba con dedos rojos
tú blanca respuesta de pies agusanados
hay puntos luminosos que nos cercan



fragmentos de un demonio azul
De Muestra de arte disecado (2016)

el tiempo extiende sus hebillas
y desempolva la imagen de un leproso
que almacena jirones de piel.



poema en el que la muerte emana un intenso aroma a lodo
                                                      De Muestra de arte disecado (2016)
la muerte se descubre en las cavernas,
en esto que llamamos hogar.
aquí reposan sus gérmenes tibios, sus tentáculos,
su dulce manera de aparecer en los rincones grises.
adopta diversos nombres,
domestica las chispas del fuego que nos ilumina y nos observa,
abre surcos en el pasado,
envuelve nuestros alimentos con su hálito burbujeante.
he oído decir
que es la verdad más poderosa,
que debe ser venerada y temida,
que gracias a ella disponemos de un refugio
construido sobre huesos devorados por la tierra.
algunas noches los hombres más viejos
suelen colocar cráneos vacíos alrededor de las hogueras.
entre murmullos, dicen que las estrellas han cambiado de rostro
y por ello debemos entregarles un presente
que mantenga el equilibrio del encierro.
ellos la conocen mejor que nadie:
varias veces han husmeado sus puertas,
preguntándose cuándo llegará el día en el que compartirán
la quietud de los barrancos.
ella está aquí en este momento, a mi lado,
mientras abro el estómago de una oruga
y unto mis dedos con su sangre.
ella sabe que intento colorear sus mejillas,
que pronto dibujaré sus formas en este muro,
tratando de hallar un respiro que nos separe
o nos vuelva a juntar cuando las hogueras
dejen de observarnos con sus ojos de lince.



 (palabras del maestro)
De Etapas del espíritu / Runas grabadas en la piel (2017)

así también puede suceder
que una y otra cara no te den las respuestas.
prueba entonces escribiendo las letras al revés:
será algo así como otorgarle
 una pequeña música a tu alma.

«trato de recordar las melodías de mi infancia, cuando mi madre me sostenía en sus brazos y se convertía en una coraza de seda y diamantes.
hay claroscuros en mi memoria, hondos pasajes con enredaderas y algo parecido a un rito a orillas de un lago. hubo claroscuros en mi vida.
alguna vez conocí a una muchacha delgada y miope. ella me enseñó el calor de las grutas alejadas. allí realizamos breves simulacros de felicidad, tenues ejercicios de la carne, siempre con algo de temor.
pero pasó el tiempo y ella escapó al sur con sus padres. nunca más volví a saber de su cabello, de sus traumas, de sus gafas teñidas con el vapor primaveral.
desde aquel día han pasado años o siglos: aquí los relojes son como embudos que no conducen a ninguna parte. fuera de mis recuerdos se halla la distorsión, la oblonga realidad de los barrotes y los cuartos oscuros.
ahora tengo la leve certeza de que estas máscaras que me vigilan, poco a poco me devolverán el reflejo de aquello que con torpeza he tratado de buscar.
entonces volveré a sumergirme en el aroma rosado de mi madre, en el palpitante regazo de la joven que amé alguna vez, en el sabor de los peces diminutos.
son etapas del espíritu, manantiales oxidados, restos de una agonía que lentamente calla y sonríe».


antielegía a vincent van gogh
                                           De Etapas del espíritu / Runas grabadas en la piel (2017)

en la belladona de tu resistencia.
Hildebrando Pérez

vincent, durante su joven adultez,
quiso ser un pastor de almas.
luego se dio cuenta de que nadie necesitaba de él
y que él necesitaba de todos, de théo.
sin embargo, no lo quiso admitir
y sus últimas reservas de amor las quemó con una prima insatisfecha, temerosa,
eterna admiradora de los prados de escarcha y los valores puritanos.
fue un romántico persistente
y luego, abatido y pelirrojo como nunca,
acudió a los brazos de sien,
aquella dama de carboncillo que, embarazada,
solía fumar con placer y resignación un cigarro cada noche.
fue enfermo, pobre, miserable,
y su castidad la consagró a los colores,
a la penetración en la naturaleza,
a la automutilación y el disparo en una zona del cuerpo
que acaso le recordó los pavores de su viejo amigo jesucristo camino al gólgota.
hoy he querido recordarlo
porque los cipreses aún existen,
y el insomnio que me obliga a mirar el cielo nocturno
me ha enseñado que los bólidos de luz
que vincent secuestró en saint-rémy y arlés
siguen siendo lejanos, pero cuán dulces y solemnes.
todo poema enmudece frente a ellos.



***
                                                           (Texto Inédito)
Caminamos
hombro a hombro,
llevando como un farol
la Carta a los Efesios.
Lejos del tiempo hostil
y la gran ciudad,
nos replegamos
en las frases iluminadoras
de Pablo de Tarso.
Qué maravilloso
cambiar de nombre
y cambiar de vida
cuando el Padre
así lo dispone.
Querida mía:
el ser humano
es la mejor materia
de transformación.


***
                                                                  (Texto Inédito)

Tengo una prótesis en el espíritu.
Palidece toda tentativa de respuesta.
Me han dicho que exprese lo que siento.
Como un tren aguardando la temida oscuridad del túnel.
Me han dicho que la mejor terapia es la ausencia.
Que el flagelo poco importa bajo la lupa del atardecer.
No buscaré razones en esta blancura inextinguible.
Lo pasado se guarda en lo más hondo y termina por consumirse.
Al igual que los acordes de tu llegada y despedida.
Te recostabas en el mostrador natural como una crisálida.
Tumbada en la hierba que habría de inflamar tus vísceras.
Ambos reposábamos en un puñado de maderos oblicuos.
El diván es la mejor coraza para aquellos que no definen el tiempo.


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