lunes, agosto 27, 2018

Jener Paul Roa Neira


JENER PAUL ROA NEIRA




Breve biografía


Es poeta, escritor, editor, conferencista, aeronáutico, bombero voluntario e investigador. Nació en Culqui, en la sierra de Piura (1996). En el año 2014 fue becado por Elmer Faucett Foundation para cursar estudios de Aeronáutica. Además, ha seguido estudios en la Universidad Nacional de Ingeniería, y ha ganado el concurso del mejor diseño de plan empresarial del Ministerio de Trabajo en la región de Piura. Ha sido invitado a dictar conferencias sobre teoría de la poesía en la Universidad Mayor de San Marcos y ofrece talleres y clases de poesía de manera particular y personalizada.

Ha publicado el poemario Ahavalgia, el dolor del amor. Ha sido seleccionado para conformar las antologías Poemas de abril (Gaviota azul, 2017) y Corazón de poeta. Es director editor del periódico Generación, y escribe para distintos blogs y revistas literarias de la región. Ha recibido reconocimientos en diversos certámenes de poesía.



Sus poemas



1. Cruza la calle

Al ombligo de la noche he llegado,
mi casa y de las luciérnagas de luz.
¿Te has asomado a ver desde un edificio la noche?
La noche la haces tú. Y otros más alumbrando el orbe.
Estamos ocultos detrás de una mirada.

Hay tres estrés inseparables en mi pecho,
he amado tanto hoy y desecho me cubro
los ojos de cansancio suave y satisfecho nublo,
he andado por todo el mundo sin salir de mi silencio.
El respiro de la cabeza desconfía,
los caminos del hombre se desconocen
de tanto que son conocidos.

Este campo de Lima´s es una obra de arte
a las doce de la madrugada, cambia letras y foquillos
cada instante, y sin cambiar nada todo cambia.
El único color que existe en el mundo es el nuestro.
La fuerza que pintamos no caerá, ¿qué haría Newton?

Y mi ventana vuelve a dar sobre mi puerta,
y mi nariz absorbe todo el resfrío de lo oscuro,
y no sé si volver a salir o quedarme fuera.
Del otro lado de la calle se queda el mundo.
He logrado muy poco, compañero,
solo mis sueños y mi camino.
Y un verso surge ante mis dedos.

Cruza la calle: quizá no triunfarás,
pero quizá triunfes.



2. Ilusión de amada

Soñé que la amaba, mas no recuerdo a la dama;
limpidez total, cuerpos, sábanas:
entrega total de su alma; de luces ramas,
entre lo oscuro brillante, mi cama.

Una sola imagen; no hay besos, no risas,
no caricias desde lejos;
no amor miedoso, sin intentos
para que de mi lodo cenagoso se libere.

Solo existe la amada amándome, en sueño.
Todo lo necesario es para amar de tal modo
que el temor amoroso no estorbe.

La amaba, en mi interior,
de todas las formas, en todas las camas,
desde todas las rosas.
Solo una imagen basta
para que me ame, y amarla.
Solamente existe un sueño,
y entre las sábanas canta
la dama que no recuerdo.

Y entre las hojas de mi alma
se escribe un verso.

Luego,
despierto para poder besarla.



3. Pertundeando en el jardín de las escaleras

Le pregunté, entre jadeos, a una rosa si te conocía…
Ella evitó aromatizar la brisa de las palabras.

Corrí, sin dudar, a preguntarle a la camelia,
en tal contexto me negó su presencia.

Así a la flor más bella de la terneza de sus pétalos,
nunca sorteé tal inclemencia en un atardecer humillado.

Volví, ya cansado, hasta la primera rosa
a preguntarle por ti; al verme tuvo pena…

La insistencia de las necesitadas manos preguntó,
me dijo que de su reina ella no hablaba.

Una orquídea sentada en su trono me hacía señas
tiritando con sus sépalos, sus pétalos y sus labelos.

Las creencias se terminan cuando uno pertundea.
Mielinas del corazón. Fortalezas vencedoras y vencidas.

Más arriba hay más estrellas, más amores, más vidas.
Más abajo queda Pertunda, desaparece. Una Gigi queda.

Ella y yo aprendimos a ser tan buenos amores.
Yo le hablo de mis mujeres, ella me cuenta de sus varones.

Si algún día amas, pertundeas en un jardín lleno de estrellas,
recuerda la orquídea peruana en la escalera de este poema.



4.La traición de ellas se llama amor

Puede vibrar quien mis años no tenga,
mas por amante distingo las hojas secas
y las amadas verdes de las otras que se nublaron
entre las montañas madrugadoras
y la blancura que el amor jamás tendrá.

Mujeres hay que conservan tanto amor
en su corazón de eternal universo:
Un único receptor nunca será suficiente.
Con un solo amor no se basta,
tienen que amar, tienen que amar
a más de uno, a tres, a cuatro…
Nada importa si es al mismo tiempo.

Si ignoran sus profundidades pensarán
que es maldad la frase basal de sus venas.
Reconózcanlas si sus ojos se extienden
en amada forma hacia el ovoide universo.
Amores: son como caída de los pétalos
arrojados desde la infancia de un último piso:
con ustedes, amores, nada se queda en pie,
todo acaba cayendo.

Sí, hay dulzainas mujeres
que tienen el corazón tan grande:
aman a muchos,
y mucho hay que amarlas.


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