JENER PAUL ROA NEIRA
Breve biografía
Es poeta, escritor, editor, conferencista, aeronáutico, bombero voluntario e investigador. Nació en Culqui, en la sierra de Piura (1996). En el año 2014 fue becado por Elmer Faucett Foundation para cursar estudios de Aeronáutica. Además, ha seguido estudios en la Universidad Nacional de Ingeniería, y ha ganado el concurso del mejor diseño de plan empresarial del Ministerio de Trabajo en la región de Piura. Ha sido invitado a dictar conferencias sobre teoría de la poesía en la Universidad Mayor de San Marcos y ofrece talleres y clases de poesía de manera particular y personalizada.
Ha
publicado el poemario Ahavalgia, el dolor
del amor. Ha sido seleccionado para conformar las antologías Poemas de abril (Gaviota azul, 2017) y
Corazón de poeta. Es director editor
del periódico Generación, y escribe
para distintos blogs y revistas literarias de la región. Ha recibido
reconocimientos en diversos certámenes de poesía.
Sus poemas
1. Cruza la calle
Al ombligo de la noche he llegado,
mi casa y de las luciérnagas de
luz.
¿Te has asomado a ver desde un
edificio la noche?
La noche la haces tú. Y otros más
alumbrando el orbe.
Estamos ocultos detrás de una
mirada.
Hay tres estrés inseparables en mi
pecho,
he amado tanto hoy y desecho me
cubro
los ojos de cansancio suave y
satisfecho nublo,
he andado por todo el mundo sin
salir de mi silencio.
El respiro de la cabeza desconfía,
los caminos del hombre se
desconocen
de tanto que son conocidos.
Este campo de Lima´s es una obra
de arte
a las doce de la madrugada, cambia
letras y foquillos
cada instante, y sin cambiar nada
todo cambia.
El único color que existe en el
mundo es el nuestro.
La fuerza que pintamos no caerá,
¿qué haría Newton?
Y mi ventana vuelve a dar sobre mi
puerta,
y mi nariz absorbe todo el resfrío
de lo oscuro,
y no sé si volver a salir o
quedarme fuera.
Del otro lado de la calle se queda
el mundo.
He logrado muy poco, compañero,
solo mis sueños y mi camino.
Y un verso surge ante mis dedos.
Cruza la calle: quizá no
triunfarás,
pero quizá triunfes.
2. Ilusión de amada
Soñé que la amaba, mas no recuerdo
a la dama;
limpidez total, cuerpos, sábanas:
entrega total de su alma; de luces
ramas,
entre lo oscuro brillante, mi
cama.
Una sola imagen; no hay besos, no
risas,
no caricias desde lejos;
no amor miedoso, sin intentos
para que de mi lodo cenagoso se
libere.
Solo existe la amada amándome, en
sueño.
Todo lo necesario es para amar de
tal modo
que el temor amoroso no estorbe.
La amaba, en mi interior,
de todas las formas, en todas las
camas,
desde todas las rosas.
Solo una imagen basta
para que me ame, y amarla.
Solamente existe un sueño,
y entre las sábanas canta
la dama que no recuerdo.
Y entre las hojas de mi alma
se escribe un verso.
Luego,
despierto para poder besarla.
3. Pertundeando en el jardín de las
escaleras
Le pregunté, entre jadeos, a una
rosa si te conocía…
Ella evitó aromatizar la brisa de
las palabras.
Corrí, sin dudar, a preguntarle a
la camelia,
en tal contexto me negó su
presencia.
Así a la flor más bella de la
terneza de sus pétalos,
nunca sorteé tal inclemencia en un
atardecer humillado.
Volví, ya cansado, hasta la
primera rosa
a preguntarle por ti; al verme
tuvo pena…
La insistencia de las necesitadas
manos preguntó,
me dijo que de su reina ella no
hablaba.
Una orquídea sentada en su trono
me hacía señas
tiritando con sus sépalos, sus
pétalos y sus labelos.
Las creencias se terminan cuando
uno pertundea.
Mielinas del corazón. Fortalezas
vencedoras y vencidas.
Más arriba hay más estrellas, más
amores, más vidas.
Más abajo queda Pertunda,
desaparece. Una Gigi queda.
Ella y yo aprendimos a ser tan
buenos amores.
Yo le hablo de mis mujeres, ella
me cuenta de sus varones.
Si algún día amas, pertundeas en
un jardín lleno de estrellas,
recuerda la orquídea peruana en la
escalera de este poema.
4.La traición de ellas se llama amor
Puede vibrar quien mis años no
tenga,
mas por amante distingo las hojas
secas
y las amadas verdes de las otras
que se nublaron
entre las montañas madrugadoras
y la blancura que el amor jamás
tendrá.
Mujeres hay que conservan tanto
amor
en su corazón de eternal universo:
Un único receptor nunca será
suficiente.
Con un solo amor no se basta,
tienen que amar, tienen que amar
a más de uno, a tres, a cuatro…
Nada importa si es al mismo
tiempo.
Si ignoran sus profundidades
pensarán
que es maldad la frase basal de
sus venas.
Reconózcanlas si sus ojos se
extienden
en amada forma hacia el ovoide
universo.
Amores: son como caída de los
pétalos
arrojados desde la infancia de un
último piso:
con ustedes, amores, nada se queda
en pie,
todo acaba cayendo.
Sí, hay dulzainas mujeres
que tienen el corazón tan grande:
aman a muchos,
y mucho hay que amarlas.
Sus redes sociales y contacto
Encuentra su libro en...
0 comentarios:
Publicar un comentario