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ESCRITO EN MAYÚSCULA es un blog que intenta ayudar con la difusión de cualquier expresión artística sin discriminar a los autores aficionados. Se abarcará desde poesía, narrativa, música, etc. Y contaremos con entrevistas donde el autor contara por sí mismo la creación de su propia obra.
Federico García Lorca
Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio.
(La Sombra del Viento) Carlos Ruiz Zafón
Cada libro, cada volumen que ves aquí, tiene un alma. El alma de la persona que lo escribió y de aquellos que lo leyeron, vivieron y soñaron con él. Cada vez que un libro cambia de manos, cada vez que alguien baja sus ojos a las páginas, su espíritu crece y se fortalece.
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Les ofreceremos entrevistas de nuestros colaboradores para que conozcan su obra y accedan a ella.
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Les ofreceremos entrevistas de nuestros colaboradores para que conozcan su obra y accedan a ella.
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Somos apenas un granito de arena, intentando hacer algo por el bien de nuestra existencia.
martes, julio 02, 2019
Alejandro Mautino Guillén
Leoncio Bueno
Ya casi piso el medio ciento,
a los gerentes no les gusta mi edad
y es tiempo de buscar otra chamba,
pronto me echarán a la calle los cacharros del «Túngar».
¿A dónde ir a parar?
¿Quién va a emplear a un tío cincuentón?
Ebra soñaba con una cigarrería,
donde acudieran prostitutas
a arreglarse el pelo ante un espejo;
el viejo Faulkner, con emplearse en un lupanar;
¿Qué mejor ocupación para un viejo anarquista?
Por favor, señoras prostitutas,
honorables cabronas,
tengan la bondad de atender este aviso importante:
"Hombre
cincuentón de aire azambado,
curtido en actividades subversivas,
condenado a largos años de presidio,
sabedor de las mañas del hampa y de la poli,
ex soldado de caballería,
diestro en el manejo del arma blanca
y toda clase de armas de fuego,
sabe preparar bombas caseras de gran poder,
beber sin emborracharse,
amanecerse de claro en claro cumpliendo una consigna
o, cabalgando sin bajarse, toda una noche sobre el níspero;
poeta brevetado con libros publicados,
chofer lechucero sin ninguna papeleta, etc., etc.;
ofrece sus servicios sin pretensiones a burdel o casa de citas de Lima o del extranjero".
Ronald Torres Bringas
lunes, junio 24, 2019
Jaime Gamarra Zapata
A fines de una década gloriosa
Una Lima señorial agonizaba
Callejones sinuosos como sierpes /
De tus días / en boscosa soledad
Tú me haces falta
Cantaba en la radio José Feliciano
La alameda rezumaba vanidad /
Derruidos palacetes / donde vagaban
Fantasmas y alegres roedores
Exhalaban nostalgia / y una calle
Con nombre de cultura preincaica
Miraba pasar tus días
Displicentes y sin nada de nostalgia.
por la arena mojada
de una playa lejana
un ser imponente
y fuerte era mi guía
un yachaq legendario
de poco más de 30
sobreviviente heroico
de fulmíneas jornadas
ávido de brisa
y orgulloso
conquistador del trueno
seres del mar me animaban
tiernamente
y lento era mi andar
mas apacible / y sonriente
a la sombra de mi padre.
Tu sonrisa y tu voz
Como dos arpegios
Escuchados en Yanahuara
Una mañana sin nevada.
Qué ademán en el espejo
Fue el preludio del combate
Supremo y cotidiano.
Qué signo devino en brizna
Mientras tu voz esplende
Como sílaba sagrada.
Remembranza de otoño
He de seguir tras los pasos
de una estirpe bravía
gestas legendarias
como constelaciones
centellea el viento
en las ciudades que fueron tuyas
(Norte, Sur, Centro y Oriente)
y una melodía de tu juventud
me embargará de saudade.
Las ciudades que habitamos lucen desoladas y nos evitan
Solo sombras y acordes distantes nos avisan que toda reconvención
Es como una plegaria inútil
Y el vaticinio de las olas es como un crujir inmemorial
De casas derruidas
Solo el eco de tus pasos
Se mantiene seguro
Inmanente.
sublimada a ritmo de bolero y twist
Marcuse / los Rolling Stones y Herb Alpert & Tijuana Brass
como bombas molotovs /
tu universidad como un pequeño laboratorio
para conspirar / cubilete para el ocio creativo
Lima no era la de ahora
Yanahuara era solo un lejano recuerdo
como tu infancia de nodrizas y campiñas
tus amigos tras los mismos ideales
que tú y en las marchas /
recordabas los días del colegio militar
patria o muerte / mientras un cigarrillo
te obsequiaba el aroma de la molicie
y de la altivez
todo fundamento es caos / locura / placer
por esos años de revueltas & guerrillas
de cafetines donde se gestan grandes trifulcas
y sueños de justicia
la ciudad era apacible
Aun cuando el tranvía se averiaba
mientras transitabas desde el Rímac hasta el Centro
y mucho más apacible cuando visitabas al abuelo Nico
y olvidabas los malos ratos de una infancia solitaria
qué recovecos y largas avenidas
acogieron tus pasos trepidantes
qué tribulaciones se desvanecieron
ante largas bocanadas
y noches de bohemia
junto a tu fiel compañero Enrique
recordando a los rebeldes del MIR caídos en 1965
yendo al estadio de fútbol
para alentar a tu equipo de La Victoria
esquivando los sinsabores
y las cachiporras de los búfalos
cortejando a Eugenia
escuchando la endiablada música de los 60
y la universidad de ingeniería era más que tu alma máter
era una ciudadela mítica
sin tantas facultades
y el espíritu del Che destellaba
ante cientos de futuros ingenieros
con el puño en alto
y estandartes en ristre
como medallones relucientes
como montañas níveas bajo el sol
junto con tu gran sarcasmo
ese que pocas veces comprendí
y tu risotada franca y fuerte
que hoy lo llena todo
aminorando mi dolor.
Y un sinfín de huariques
Fueron testigos de excepción de tus idas y venidas
Por la ciudad y sus escaparates
Por la ciudad y sus marquesinas
Que te vieron recriminar a los policías
Con desgano
Y esa sonrisa / acerada
Retratada en fotos
Cómo olvidar tus tiernas admoniciones
Tu voz / enérgica y humosa
Como tus días / por aquellos gloriosos años.
Espíritu que deambulas por los médanos / que resplandecen
Mi abuelo Felipe Zapata te conocía
Y te musitaba al oído las más dulces palabras
Antes de sanar / a mi madre del chucaque cotidiano
Era bravo el viejo y sus manos curaban /
Como las olas que observo cada tarde
En este mar chúcaro / adonde me escapo
Siempre que quiero estar solo y sin amigos
Espantando las penas
Y comprendiendo a mis escasos dieciséis
Que la soledad no es una opción /
Como espantar el mal para mi abuelo
Tampoco lo era / espíritu del San Pedro
Aleja esta nostalgia absurda que se me pega
Como mosquito famélico, aléjala
Para que se ahogue en el horizonte
Donde moran esas plataformas petroleras
Tan esbeltas y en total soledad.